5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente

Restauración de Ecosistemas

Las Naciones Unidas, conscientes de que la protección y la mejora del medio ambiente es una cuestión fundamental que afecta al bienestar y al desarrollo económico del mundo, designó el 5 de junio como el Día Mundial del Medio Ambiente.

Celebrar este día nos ofrece la oportunidad de ampliar las bases hacia una opinión pública que se manifieste informada y de una conducta de los individuos, de las organizaciones y de comunidades inspiradas en el sentido de la responsabilidad en cuanto a la conservación y la mejora del medio ambiente.

El próximo 5 de junio dará comienzo la Década de las Naciones Unidas sobre la Restauración de Ecosistemas (2021-2030). Una iniciativa para ampliar de forma masiva la recuperación de los ecosistemas degradados y destruidos como parte del combate a la crisis climática y los esfuerzos en favor de la seguridad alimentaria, el suministro de agua y la biodiversidad.

La restauración ecológica es el proceso de ayudar al restablecimiento de un ecosistema que se ha degradado, dañado o destruido. Un ecosistema se ha recuperado – y restaurado – cuando contiene suficientes recursos bióticos y abióticos como para continuar su desarrollo sin ayuda o subsidio adicional, se mantiene estructural y funcionalmente, demuestra capacidad de recuperación (resiliencia) dentro de los límites normales de estrés y alteración ambiental e interactúa con ecosistemas contiguos en términos de flujos bióticos y abióticos e interacciones culturales.

Con un millón de especies de plantas y animales en peligro de extinción en todo el mundo, nunca ha habido un momento más importante para enfocarse en la protección de la biodiversidad.

Los progresos e interés a nivel departamental en éste sentido quedan claros con la incorporación del Potrero del Burro como área protegida de interés educativo medioambiental departamental; estamos sumando con ésta a las 3 áreas protegidas de Río Negro; dos de ellas integradas al Sistema Nacional de Áreas Protegidas (Esteros de Farrapos e Islas del Río Uruguay y Montes y Algarrobales del Río Uruguay). Una garantía hacia la restauración de los ecosistemas que se protegen en ellos.

Los diferentes elementos que componen la biodiversidad, especialmente las aves, juegan un rol preponderante en el desarrollo local e ingreso de divisas a través de la incorporación de estos recursos turísticos en productos turísticos.

Productos turísticos que esperan revelarse tras la tan ansiada apertura.

Una apertura que esperamos y nos preparamos apuntando a las mejoras en infraestructuras a través de los fondos del proyecto “Adaptación al cambio climático en ciudades y ecosistemas vulnerables costeros del Río Uruguay” y la restauración de zonas del Parque Nacional Farrapos controlando una especie invasora denominada acacia negra.

Los fondos FEM-FEM (Francia) apoyaran en empoderamiento y acercarán la capacidad técnica cualificada a las comunidades locales para el desarrollo de la cadena de valor turística necesaria y no alcanzada a pesar de otros esfuerzos.

Con la Fundación Butler (USA) trabajamos en los planes de capacitación de niños y jóvenes hacia el desarrollo y promoción de productos turísticos basados en el kayakismo. Conociendo y reconociendo la naturaleza a través de un deporte acuático.

La producción con conservación es posible y esto lo viene demostrando la Alianza del Pastizal programa que promueve BirdLife Internacional.

A través de sinergias con instituciones públicas y organizaciones de la sociedad civil esperamos contribuir a la mejora en la producción cárnica apuntando al apoyo técnico hacia el mantenimiento y recuperación de áreas de pastizales; uno de los ecosistemas más amenazados del mundo. El desarrollo de buenas prácticas en el manejo hacia la producción de carne representa un gran reto pero asegurará el acceso a mercados exigentes en el cumplimento de responsabilidades ambientales y sociales.

Los grandes esfuerzos se complementan con los pequeños y es así que estamos trabajando con el Liceo 3 y la reciente autorización del CODICEN para el uso de 1 hectárea lindera al liceo para el desarrollo de una huerta organiza comunitaria o con el COBENA 1 con la experiencia en la separación de residuos como “barrio modelo”.

No podemos volver el tiempo atrás pero con éstas simples acciones podemos buscar hacer “las paces” con la naturaleza y eso puede pasar por plantar árboles, reverdeciendo nuestras ciudades; incorporando y revalorizando en nuestros jardines a las especies nativas silvestres y limpiar ríos y costas, entre otras.

“Enseñar a cuidar el Medio Ambiente es enseñar a valorar la vida”….

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