Cabe acotar que desde el 2021, el equipo de la Unidad comenzó a recorrer los diferentes territorios del país, debido a que cada uno posee una impronta distinta en cuanto a las manifestaciones de violencia y para poder conformar equipos referentes de violencia en donde no había y reforzar donde sí había.
En los sitios recorridos se ha brindado capacitaciones diversas desde abordaje de situaciones en puerta de emergencia, sensibilizaciones, capacitación destinada a equipos referentes, entre otras.
El Protocolo tiene un alcance nacional ya que será distribuido en todas las unidades ejecutoras y servicios de salud y es una herramienta que brinda una respuesta integral y de calidad a los usuarios en su proceso asistencial.
Su presentación busca la practicidad en el manejo del mismo y posee un lenguaje claro y preciso que puede ser interpretado por cualquier actor del proceso asistencial que no posea formación específica en la temática.
Cada integrante del Equipo de Salud deberá dar la primera respuesta ante estas situaciones y posterior seguimiento.
El Protocolo permite delinear; sospecha y detección; diagnóstico y evaluación del riesgo de la situación; primeras acciones; seguimiento y acciones a largo plazo; denuncia como parte de la estrategia de trabajo y lineamientos de abordaje según los ámbitos de atención. Este último aspecto, refiere a violencia sexual, emergencia, internación, domicilio y policlínica.
Estos cambios en el Protocolo, se espera tengan un gran impacto en la calidad de atención que recibirá el usuario que se encuentra en este tipo de situaciones y se garantiza el efectivo goce de sus derechos.
