Dirección General de Ambiente y Departamento de Mantenimiento Ciudad participan en la elaboración de una propuesta de arbolado para las ciudades del litoral del departamento.

La iniciativa buscará el reconocimiento y financiación del proyecto binacional “Adaptación al Cambio Climático en Ciudades Costeras y Ecosistemas Vulnerables de la Costa del Río Uruguay”.

En un mundo donde la urbanización y los conflictos generados con el ambiente son uno de los temas más desafiantes de este tiempo y  el calentamiento global ha aumentado la temperatura general de la superficie entre 0,8 y 1,5°C desde los niveles preindustriales, la calidad de vida de los seres humanos se establece, entre otras cosas , por la presencia de espacios verdes donde la relación 3-30-300 es la ideal (3 árboles por propiedad, 30% de porcentaje de cobertura y espacios verdes cada 300 metros).

En ese sentido  el Departamento de Ambiente, Biodiversidad y Cambio Climático a través de su Jefe Adrián Stagi y Rossana Salazar de Mantenimiento Ciudad, se encuentran trabajando con los especialistas Arq. Adriana Bozzo y el MsC. Cesar Justo, en un proyecto que plantea implementar acciones en el litoral de Río Negro (Fray Bentos, Nuevo Berlín y San Javier).

Considerando la adaptación al cambio y la variabilidad climática, persiguiendo objetivos de conservación y conectividad de la biodiversidad en las ciudades, a través del diseño de arbolado; así como también la mejora en la provisión de los servicios ecosistémicos, que redunde en  calidad de vida de la población de forma justa y acceso equitativo a los espacios verdes urbanos, esos asuntos serán primordiales.

De acuerdo a un trabajo realizado en el 2020, en base a imágenes satelitales del año 2019, la superficie de arbolado urbano en la ciudad de Fray Bentos es de 13,57%, superficie edificada corresponde al 23,91% y la superficie cubierta por herbáceas es 38,89%.

Según este análisis la capital rionegrense se encuentra en la posición 11 de las 15 ciudades estudiadas con respecto a la superficie arbolada.

Sin embargo esta ciudad ha presentado la mayor pérdida de cobertura de árboles para el período analizado, pasando de 27,5% a un 20%, donde una parte importante ha sido convertida en superficie impermeable (edificaciones u otras construcciones).

Esta idea buscará aumentar la resiliencia de las zonas urbanas, lo que requiere una combinación de intervenciones que restauren y conserven los servicios ecosistémicos clave que proporcionan el control del flujo de agua y la temperatura, el secuestro de carbono atendiendo temas como la calidad del agua y del aire, la seguridad alimentaria y la biodiversidad, entre otros.

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