En ese marco y mediante el convenio existente, Políticas Sociales de la Intendencia y MIDES visitaron las localidades de Algorta, Paso de la Cruz, Valle de Soba, Young, Sauce y Bellaco en esta primera etapa.
El “Programa Ruralidad”, comprende a pequeños productores ovinos en este caso, a quienes se les proveerá entre 10 y 15 lanares dependiendo el tamaño del predio que posee cada uno.
Se trata de ovejas servidas que tendrán que devolver a fin de año; 4 de estas ovejas, quedándose el productor con 11 y su producción.
El objetivo es tener stock para continuar llevando a otros productores de la zona, aspirando en un futuro poder realizar embarques, alentando a los productores a permanecer en el medio rural.
Acompañan desde MIDES el Jefe Territorial, Matías Costa, Técnico en Trabajo Social referente de dicho programa Marcelo Montero, Ingeniero Agrónomo Matías Puentes y por parte de la Intendencia, la Sub Directora de Políticas Sociales Viviana Núñez y la Licenciada en Trabajo Social Alexandra García.
En el mes de mayo se dará comienzo a la segunda etapa.
- Información de interés.
Programa Ruralidad del MIDES facilita comercio de cercanía y vínculo de familias con servicios estatales.
El asesoramiento agropecuario para diversificar cultivos, la vinculación con prestaciones estatales y la facilitación del comercio de cercanía, forman parte del acompañamiento socioproductivo que el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) realiza a más de 260 familias por un máximo de tres años, a través del Programa Ruralidad de la División de Proximidad de la Dirección Nacional de Economía Social e Integración Laboral.
El Departamento de Ruralidad acompaña a más de 260 familias con presencia técnica agropecuaria y social, con el fin de lograr la integración socioproductiva y facilitar el comercio en 53 parcelas de menos de 2.000 habitantes o en lugares dispersos ubicados en los departamentos de Artigas, Salto, Paysandú, Río Negro, Rivera, Tacuarembó, Lavalleja, Rocha, Canelones y Montevideo.
El acompañamiento socioproductivo del MIDES se realiza por un máximo de tres años e implica la formalización de carácter monotributista en el Banco de Previsión Social y la Dirección General Impositiva, como emprendimiento agropecuario, o la vinculación con el Estado como productor rural familiar, con el beneficio incluido de Fondo Nacional de Salud.